La crisis sanitaria del COVID-19 ha paralizado la industria automovilística tal y como la conocemos desde finales de marzo. Sin embargo, se ha sabido situar en la vanguardia de la lucha contra el virus con la producción de material sanitario.
Así, tras entregar el material protector del que disponían (gafas, guantes, mascarillas, desfibriladores…), Renault, Ford y Volkswagen están fabricando protectores faciales con sus impresoras 3D para abastecer a los hospitales de su zona. Por su parte, Seat se ha lanzado a fabricar un respirador que ya ha sido aprobado por la Agencia del Medicamento. Y Hyundai ha sido pionera en prestar sus vehículos para el traslado de sanitarios, para las necesidades de la Cruz Roja, la policía y el resto de fuerzas de seguridad del Estado, iniciativa a la que se han sumado otras marcas del sector.