Desde los años 60, la economía ligada a la costa, el buen tiempo y la gastronomía no ha dejado de crecer en España. La llegada del Covid-19 abre una serie de incógnitas respecto a nuestro modelo productivo, tan centrado en el sector túristico, y sus consecuencias para el mercado laboral. Las previsiones de la patronal Exceltur estiman una pérdida potencial entre los 92.600 y los 124.000 millones de euros para lo que queda de 2020. Una caída de empleo muy ligado al de la construcción, además, y feminizado, muy especialmente en hostelería y servicios de alojamiento, en donde trabaja una de cada diez mujeres activas.
Pero, además, está la cuestión de la emergencia climática y los compromisos globales de reducción de emisiones. El turismo tendrá que reducirse y girar hacia un paradigma más sostenible social y económicamente. Así, ante un sistema tan vulnerable a las crisis, la solución pasaría por la reestructuración del sector, y por una diversificación de las zonas altamente dependientes del turismo.