Actualmente los trabajadores jóvenes con perfiles tecnológicos frecuentemente están cambiando de trabajo cada dos o tres años. No sienten compromiso ni se identifican con la cultura de la empresa. Es lo que se conoce como job hopping y responde a un nuevo paradigma laboral vinculado a una realidad hiperconectada, con miles de oportunidades de empleo sin cubrir, por escasez de talento.
Ante la falta de perspectiva de carrera a largo plazo tras dos crisis y la pandemia, esta generación valora especialmente la posibilidad de ir formándose, tener nuevas experiencias y mejorar su sueldo. Por eso mismo, un 44% de los directivos considera poco probable contratarles ante la expectativa de que pronto se irán. Sin embargo, tampoco faltan empresas que asumen el riesgo y tratan igualmente de formarles para así retener su talento.