Ya hay un cambio de tendencia en los espacios logísticos. Por una parte, empieza a escasear el espacio para instalar los clásicos almacenes grandes; por otra, las empresas del e-commerce compiten por dar el servicio de forma casi inmediata, mayoritariamente en dos horas. Para ello, el big data ayuda a prever los artículos que más se van a necesitar en una localización concreta durante un tiempo determinado.
Por todo ello, dentro de las ciudades se están estableciendo lo que se llaman minihubs, espacios improvisados en tiendas o comercios a los que se da otro uso, que garantizan una entrega rápida de los productos. Así, espacios aprovechados en edificios en altura, trasteros o párkings públicos son destinados a estas funciones.