Los empleadores de la hostelería están viendo cómo sus plantillas se han reducido entre un 5% y un 15% debido a la aplicación del registro horario, obligatorio desde el pasado 12 de mayo. La práctica habitual en el sector de exceder el límite de las 80 horas extraordinarias al año en las zonas de mayor afluencia turística durante las semanas con mayor pico de actividad ya no es posible.
Este déficit de entre un 5% en el caso de las empresas más grandes y un 15% en las más pequeñas, en términos de relación entre las horas no cubiertas y el personal que sería necesario para hacer frente a este volumen de trabajo en principio podría solucionarse incrementando la plantilla de los establecimientos que se encuentren con esta situación. Pero desde el sector aseguran que los márgenes son estrechos. Por ello, la mayoría de los establecimientos hosteleros están optando por cortes parciales diarios del servicio, como cerrar dos horas el restaurante para poder cubrir en las horas nocturnas los picos de actividad, sin que ello implique un exceso sobre el total de horas extraordinarias.