Qué funciona (y qué no) para encontrar empleo

Si llevas tiempo alejado de la loable tarea de buscar empleo deberías leer este artículo con atención, te sorprenderá saber cuántas cosas han cambiado en los últimos años. La década entre 1995 y 2005 nos aleccionó sobre los procesos online y los formularios de empleo que copaban las web de todas empresas, pero la aplicación automática a la espera de respuesta ya ha pasado a mejor vida. Afortunadamente.
Ante el nuevo panorama laboral, es probable que te sientas identificado con muchas de las formas de búsqueda que no te recomendamos e inseguro ante las que sí, pero el primer paso es localizar el problema y poco a poco cambiar el enfoque con que presentamos nuestra candidatura. ¿La clave del éxito en tu búsqueda? Que sea más personal y más selectiva.
CINCO TÁCTICAS PARA BUSCAR TRABAJO OBSOLETAS:
1. Ferias de empleo
Hubo un tiempo en que las ferias de empleo resultaban útiles, pero por algún motivo las empresas dejaron de enviar allí a sus equipos a entrevistar gente in situ. Lo que era una gran oportunidad para presentar tu candidatura y ser llamado a la oficina si les convencías, ha acabado convertido en una convención de gente trajeada que te indica cómo aplicar en su web.
2. Servicios de envío de CV
En los años ochenta y noventa estaban en auge los servicios de difusión de currículos, que podían enviar tu candidatura hasta a 50 o 200 empresas de una vez. Hoy aún existen, pero la calidad prima sobre la cantidad para los departamentos de recursos humanos, que valoran los conocimientos sobre la empresa y el interés en la misma de los solicitantes.
3. Dirigirte a extraños por Linkedln para que te recomienden en su empresa
Cuando LinkedIn se estrenó en 2003 entre un reducido grupo de gentes de negocios, tenía sentido acudir a ellos en busca de ayuda para entrar en su compañía. Ahora que Likedln es una comunidad de más de 400 millones de usuarios, dirigirte a extraños no te servirá de nada, aunque puede ponerte en contacto con gente de tus empresas objetivo que te sirva de guía.
4. Usar el mismo curriculum para cada solicitud
Aunque tu paciencia penda de un hilo cada vez que tengas que abrir el archivo, modifica tu CV para cada candidatura. Normalmente, cada empresa requerirá algo distinto de ti, y es tu labor destacarlo en el currículum, la carta de presentación y todo documento que te exijan. Se trata de demostrar que estás cualificado y tienes especial interés en los trabajos a los que aplicas.
5. Completar aplicaciones online
Las aplicaciones online sirvieron a los recursos humanos cuando aun eran novedad, pero una vez que los solicitantes le cogieron el truco a incluir las palabras clave de las ofertas de trabajo a sus currículum, la demanda resultó masiva y muchas solicitudes quedaron relegadas al buzón de «no leído». Hasta que las empresas asuman lo inútil de proceso, seguirán existiendo ofertas así.
CINCO TÁCTICAS EFECTIVAS DE BÚSQUEDA:
1. Piensa en tu trabajo ideal y escribe un párrafo de presentación para tu CV donde expliques por qué eres el candidato perfecto para el puesto, y haz lo mismo para todas tus solicitudes en función del perfil que encaje en la empresa. Enfatiza tus aptitudes para cada puesto.
2. Crea una lista de empresas-objetivo y úsala para organizar tu búsqueda de empleo. No te limites a las empresas que cuelgan ofertas en portales como Infojobs o Job&Talent, puedes dirigirte a cualquier empresa que te interese por correo o a través de Linkednl.
3. Haz una Carta de Presentación que acompañe a tu CV y envía ambos por mail en lugar de rellenar formularios online de datos prefijados. En la Carta demuestra tu interés y conocimiento sobre la empresa y resalta las cualidades que encajen con su filosofía.
4. Piensa en ti como un consultor y no como alguien que busca desesperadamente trabajo. Da valor a lo que puedes aportarle a una empresa y hazte con una tarjeta personal para repartirla entre la gente que conoces y la que irás conociendo en el proceso de encontrar trabajo.
5. Mientras estés aplicando, recuerda que no cualquier empresa es adecuada para ti, así que no te apresures en tus decisiones ni te conformes o implores por obtener un puesto que quizá ni si quiera te interese. Solo necesitas un buen empresario que aprecie tu talento y te sume a su equipo. Quien te valora, te merece.
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