LinkedIn no es un portal de empleo, sino una red social de profesionales. Por tanto, se trata de establecer las conexiones necesarias con interacciones, mensajes privados o grupos para generar las oportunidades.
Para ello, es muy importante cuidar el perfil. Hay que conseguir diferenciarlo claramente del currículum en papel, enriqueciéndolo con enlaces, imágenes o vídeos. También, se debe evitar que aparezca vacío el campo “puesto actual”: si estás desempleado, lo puedes completar con información sobre el puesto que deseas.