Las empresas familiares tienen un importante peso económico, laboral y social en nuestro país. Representan el 85% del total de compañías, y destacan, fundamentalmente, por tener una estrategia diferenciada con una visión de futuro a largo plazo. Generan el 66,7% del empleo privado por cuenta ajena, lo que suponen 6,58 millones de puestos de trabajo.
Tienen presencia significativa en todos los sectores de la economía, destacando especialmente en construcción, comercio, agricultura e industria. Sus característicos valores familiares propician que la voluntad de permanencia del negocio prevalezca por encima de los objetivos económicos.