La brecha existente entre educación y empleo pone en evidencia una paradójica situación: los jóvenes no consiguen el empleo que desean, y las empresas no encuentran jóvenes con el talento que ellas necesitan. Hay un desajuste a dos niveles que viene dado, por un lado, por la alta tasa de abandono escolar (18,3%), y por otro, por la sobrecapacitación (27%). Además, el rápido avance de las nuevas tecnologías y la digitalización ahonda el desfase entre el sistema educativo y la oferta formativa.
Ante esta situación, las empresas proponen las siguientes medidas:
- Colaboración más estrecha entre empresa y educación.
- Planes de estudio más flexibles y ágiles.
- Formación práctica y en competencias, especialmente en soft skills.
- Potenciar la Formación Profesional, especialmente la Dual.