Imagina que pasas un proceso de selección y llegas al momento culminante: la entrevista. Y en ella sucede algo para lo que no estabas preparado: el entrevistador te permite preguntar lo que quieras. Lo más probable es que, con los nervios, no sepas qué decir. Por eso, conviene saber que, si se te da esa situación, puedes formular una pregunta que te dará mucha información acerca de la empresa a la que pretendes incorporarte. Y esta es: ¿por qué está abierto este proceso de selección?
La respuesta con mejores expectativas para ti sería que la empresa está creciendo, pues las empresas que crecen suelen ofrecer más oportunidades a sus empleados. También sería positivo escuchar que el anterior empleado ascendió, ya que ahí puedes vislumbrar la oportunidad de seguir sus pasos. Las respuestas más pesimistas serían que el anterior empleado fue despedido, o que se fue voluntariamente de la compañía.