El sector de la industria tiene un problema con el coste de la energía que hace funcionar las factorías en España. Así lo señala la patronal siderúrgica Unesid: la factura de energía para las industrias, sin incluir el IVA, es un 50% más cara que en Alemania y un 40% más que en Francia. El diferencial del precio entre España y Alemania se sitúa en unos 25 euros el kilowatio, 20 entre España y Francia, y 15 de media en comparación con el resto de nuestros competidores europeos.
Desde el sector se pide desde hace años ya, que se les dote de un suministro eléctrico competitivo y estable, así como otras medidas, como puede ser la aprobación del Estatuto para el Consumidor Electrointensivo. Por su parte, recientemente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado un primer paso para intentar reducir los costes, proponiendo un recorte del 7% de la retribución que reciben las empresas por la distribución de electricidad, y cerca de un 18% la de gas.