Microsoft Japón ha experimentado con una jornada laboral de cuatro días, obteniendo un óptimo resultado: su productividad ha aumentado un 40%. La estrategia consistió, básicamente, en acompañar esta medida con reducir el tiempo empleado en reuniones y correo electrónico.
En España, donde el empleado trabaja de media entre ciento cincuenta y doscientas horas más que en Alemania, Francia o Bélgica, estamos aún muy lejos de medidas como esa. Sin embargo, algunas empresas españolas están empezando a reestructurar sus horarios y a introducir flexibilidad para poder atraer y retener talento. Es lo que demanda la población activa, especialmente los jóvenes, que ya valoran el tiempo más que el dinero.