El turismo cinematográfico movió 80 millones de visitantes deseosos de visitar los lugares donde se rodaron sus series o películas favoritas. La ciudad de Madrid quiere aprovechar el tirón, dado que al cierre de 2019 se habían tramitado 11.760 solicitudes de espacios de rodaje, récord histórico de la ciudad.
Según los propios profesionales del rodaje, Madrid ofrece la ventaja de poder acceder a todo tipo de ambientes. Ese magnetismo es el que, a la postre, atrae también a los turistas, suponiendo así un filón para la economía.