A la hora de emprender, aunque hay muchos elementos que varían en función del tipo de negocio, hay al menos cuatro pasos básicos a tener en cuenta:
- Tener buena idea y propósito.
- Reunir los datos suficientes y contar con asesoramiento.
- Disponer de financiación para arrancar y colchón para mantenerse.
- Dar los pasos para constituir la empresa: pedir la denominación en el Registro Mercantil, ir a la notaría, pedir NIF a Hacienda…
Y, ante todo, habrá que decidir, en función de riesgos y facturación, emprender como autónomo o hacerlo como empresa.