Según el Observatorio Social de La Caixa, el 6,8% de la población en España vive en hogares con personas que están empleados por debajo del 20% de su potencial de trabajo, es decir, que trabajan menos horas de las que querrían. Este porcentaje es el segundo mayor de Europa, sólo por detrás de Grecia. El estudio relaciona este dato con el empleo parcial involuntario, con el que no recoge las suficientes cotizaciones sociales, y con el mal remunerado.
El mercado de trabajo español es uno de los que presenta disfunciones más importantes dentro de los países de la Unión Europea. Durante los ciclos de recesión aumenta mucho la tasa general de desempleo, y durante los de expansión aumenta el número de trabajadores con contratos de corta duración, con una importante inestabilidad en el empleo.