Habitualmente hacemos referencias a la necesidad de formarse en las habilidades específicas que demandan las empresas para aumentar la empleabilidad. Esto ciertamente es muy útil al realizarlo de forma continua, y de ahí el éxito de plataformas online de los mooc y los bootcamp. Sin embargo, esta modalidad de formación satisface las necesidades actuales de las empresas, pero ¿y las de dentro de cinco años?
Frente a esto, la universidad ofrece un marco de pensamiento, capacidad crítica y una arquitectura mental que posibilita que la persona sea capaz de reinventarse varias veces a lo largo de su vida, aunque no tiene las estructuras necesarias para estar permanentemente al día. Por eso, es bueno combinar ambos modelos, de forma que el desarrollo personal sea adecuado para dar respuesta a los distintos tipos de demandas de la empresa que puedan ir surgiendo a lo largo del tiempo.