El aprendizaje de un segundo idioma ha cambiado mucho. Las innovaciones tecnológicas, la introducción temprana y la ludificación hoy en día facilitan su aprendizaje y le dan un enfoque comunicativo más personalizado que nunca, hasta el punto de permitirnos conectarnos donde y cuando mejor nos convenga. La clave para que esto funcione es que sea capaz de potenciar las destrezas comunicativas, esto es, leer, escuchar, hablar y escribir, para conseguir una buena expresión en el idioma que se está aprendiendo.
Con la ludificación a través de juegos educativos, fundamentalmente en un entorno digital, se consigue aprender el idioma de una forma más atractiva y ayudan a desarrollar habilidades como la resolución de problemas, la colaboración, la curiosidad y la perseverancia. La inteligencia artificial (IA), por una parte, permite analizar el progreso de un alumno para así optimizar sus actividades futuras en base a sus necesidades, y por otra, junto con el big data, ayuda a los investigadores a comprender mejor el proceso de aprendizaje para así elaborar planes de estudio mas eficaces.