El difícil retorno a la actividad de las pymes sanitarias

Profesionales sanitarios como fisioterapeutas, ópticos-optometristas, odontólogos, podólogos, terapeutas ocupacionales, dietistas o nutricionistas no tuvieron que cerrar completamente sus clínicas durante el confinamiento, ya que, como servicios esenciales, atendieron las urgencias. Sin embargo, durante el estado de alarma redujeron su actividad a la mínima expresión, y la mayoría tuvo que acogerse a los ERTE para sobrevivir.

Ahora, gran parte de estas pequeñas clínicas, pymes y autónomos reabren su negocio bajo estrictos protocolos y medidas de seguridad y protección, lo que ha aumentado sus costes por la actividad. Para evitar aglomeraciones en salas de espera y garantizar sus centros libres de contagios se ven abocados a atender a menos clientes. Algunos no seguirán adelante, y la mayoría espera salvar el negocio a duras penas en lo que queda de año, con el horizonte de la recuperación puesto ya en 2021.

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