El sueño de muchos emprendedores es convertir su start up en un unicornio, es decir, una empresa valorada en más de 1.000 millones de dólares. Sin embargo, debido a la crisis de la COVID-19, se necesitan start up camellos, empresas preparadas para atravesar una larga crisis económica sin apenas sustento financiero.
El plan de contingencia deberá pasar por:
- Comunicar con claridad a inversores y clientes, proveedores y empleados.
- Analizar los aspectos financieros, teniendo en cuenta la importancia de no quedarse sin efectivo.
- Liderazgo.
- Resiliencia.
Otros aspectos a tener en cuenta es la posible fuga de profesionales a empresas con mayor seguridad y el análisis de los hábitos de consumo de los clientes, que se han reestructurado con la crisis, por lo que puede que sea necesario tener que pivotar o reenfocar el modelo de negocio.