Para ser un candidato atractivo, no solo se requiere una formación en tecnología, sino que estos conocimientos se tienen que acompañar de una actitud flexible, positiva, proactiva, resolutiva, comunicativa y de sentido de equipo, es decir, también se tienen en cuenta las llamadas soft skills o habilidades no cognitivas. Las diez imprescindibles son:
- Agilidad: profesionales ágiles que tomen decisiones diligentes.
- Anticipación: visionarios que se preparen ante la incertidumbre.
- Aprendizaje: reciclarse y formarse constantemente.
- Autonomía: profesionales con capacidad resolutiva e innovadora.
- Comunicación: saber transmitir para crear entornos más humanos.
- Humildad, paciencia y escucha proactiva.
- Liderazgo basado en la colaboración.
- Marca: el confinamiento ha hecho a muchos profesionales más autónomos porque les ha permitido reforzar su red de contactos.
- Proactividad: profesionales que actúen de forma positiva y asertiva.
- Resiliencia: capacidad de adaptarse de forma positiva a las situaciones adversas.