Según los datos del último Observatorio de Empleo Digital de ISDI, la búsqueda de talento digital creció en 2020 un 191% y las ofertas de trabajo dirigidas a perfiles digitales aumentaron en un 56%. Se requieren especialmente perfiles multidisciplinares y flexibles, con visión estratégica y capacidad para gestionar equipos en remoto.
Además de esto, según el informe The Future of Jobs Report, del Foro Económico Mundial, las áreas de ciberseguridad, negocios digitales, Big Data, inteligencia artificial y cloud computing son las que más perfiles nuevos están demandando, sin olvidar la fuerte demanda que está experimentando el sector sanitario. En concreto, en cuanto a las ofertas de empleo, las ofertas para enfermeros, comerciales, teleoperadores, asesores inmobiliarios y limpiadores son las que más han crecido en los últimos meses, según datos de Infojobs.
En este nuevo contexto, se impone una necesidad constante de actualización profesional, en la que entran en juego el upskilling y el reskilling como posibilidades de capacitación. Se entiende por upskilling la capacitación profesional adicional que ayuda al trabajador a desempeñar mejor sus funciones, y por reskilling, la adquisición de nuevas capacidades y competencias útiles para adaptarse a los cambios y hacer frente a situaciones de incertidumbre. Precisamente la adaptación al cambio figura entre las habilidades que más importancia han cobrado en los últimos años, pero también, una de las más difíciles de encontrar entre los profesionales.