La influencia del comercio electrónico en el conjunto de la economía está siendo decisiva, con unos efectos de baja inflación y volatilidad que se hacen notar, a pesar de las políticas económicas que buscan un alza de los precios y de los salarios. Es lo que ya se conoce como efecto Amazon.
Hace diez años, los precios del comercio minorista aguantaban unos siete meses sin cambios. Ahora, no llegan a cuatro, duplicándose así la frecuencia del ajuste de los precios. Siendo incluso mayor el incremento en sectores como la electrónica, con mayor presencia en internet. Todo ello hace más dificultosas las mediciones para tomar decisiones de política monetaria.