Las empresas buscan nuevas formas de comunicar y conectar con sus potenciales clientes. Y contar una historia permite convencer más eficazmente al consumidor. Por eso, las start up están recurriendo cada vez más a esta nueva profesión: el storyteller.
El storyteller tiene que ser capaz de transmitir lo que es, lo que hace y cuánto vale. Deberá combinar distintas áreas de conocimiento, como periodismo, publicidad, sociología, filosofía, neurociencia, y, en general, cualquier ámbito en el que demuestre su capacidad para convertir un dato en un relato. Deberá conocer a fondo la historia de la organización, la de cada una de sus marcas, de sus productos, y la de sus profesionales, convirtiendo estas historias en gestión de contenidos comerciales, técnicos, profesionales de recursos humanos, o de marketing.