Las competiciones de videojuegos se han consolidado como un fuerte nicho de negocio en los tiempos actuales. Los eventos que se celebran al respecto logran cada vez más audiencia y popularidad en todo el mundo, al nivel de los deportes tradicionales para las generaciones jóvenes. La profesionalización del sector ofrece puestos de trabajo, además de los jugadores profesionales, tales como entrenadores, analistas, nutricionistas, preparadores físicos, e incluso psicólogos.
El psicólogo de eSports debería estudiar la carrera de psicología, especializarse en psicología del deporte y, posteriormente, formarse en eSports, puesto que su aportación es similar a la que realizan los psicólogos deportivos clásicos, aunque existen algunas diferencias. Los jugadores pueden tener que afrontar problemas de estrés, regulación emocional, motivación, atención, aprendizaje, toma de decisiones o de confianza, y, en concreto los profesionales de eSports, sus cortos períodos de adaptación, así como una gran exposición a las redes sociales.