Según refleja el 5º informe Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro, de la Fundación Adecco, en colaboración con JYSK, solo uno de cada diez jóvenes con discapacidad tiene empleo. La tasa de paro de los menores de 25 años con discapacidad (58,1%) es la mayor de todos los grupos de edad, representando más del doble que la general para el resto de las personas con discapacidad (25,2%) y superando en 24 puntos porcentuales a la de los jóvenes en general (34%). Además, más de la mitad (51,7%) de los jóvenes con discapacidad que se encuentran desempleados no han trabajado nunca y buscan su primer empleo en un mercado ahora azotado por la crisis del Covid-19..
¿Qué sucede en este escenario con los jóvenes con discapacidad, que ya se encontraban en situación de riesgo de exclusión social antes de la pandemia? Gran parte de los sectores y puestos en los que habitualmente encontraban empleo, como servicios de alojamiento, venta, restauración o servicio doméstico, aún se están recuperando de la crisis, y sus expectativas de futuro son inciertas.. Desde Adecco se apunta que el desempleo de este colectivo se cronificará si no se acompaña a estos jóvenes en el proceso de búsqueda y se acometen medidas que les permitan conectar con las necesidades de un mercado en continuo cambio.