Para un autónomo es fundamental lograr un prestigio que le permita diferenciarse de la competencia. Cuando presenta su producto, se está ofreciendo a él mismo, vendiéndose como el mejor profesional de su área. Para ello, debe promocionarse a sí mismo como una marca, de forma que el posible cliente reconozca su nombre y lo asocie a valores de confianza, prestigio y seguridad.
Hoy resulta imprescindible mantener una web propia, con un blog en el que se pueda mostrar la experiencia y el conocimiento propios, y muy recomendable, el mantenimiento de un canal de vídeo o podcast. Para conseguir todo esto, el autónomo deberá considerar invertir a medio plazo en su propia formación y divulgación de sus conocimientos, ya que de esta manera no solo conseguirá ser un mejor profesional, sino que, además, más potenciales clientes lo sabrán.