Las teleoperadoras europeas aumentarán el número de despidos a unos 100.000 trabajadores entre 2023 y 2030. La necesidad de reducir gastos ante una bajada de las ventas obligará a reducir el tamaño de las compañías, prescindiendo de parte de la plantilla para utilizar esos recursos para acelerar inversiones en materias como despliegue de fibra o 5G para ampliar su oferta de servicios
Telefónica. Recientemente ha anunciado un plan de bajas incentivadas que afectará a un máximo de 5.000 trabajadores en los próximos cuatro años. No son despidos, pero sí implican la salida voluntaria de la compañía.
La mayoría serán los mayores de 54 años con más de 15 años de antigüedad, accediendo así a un plan de prejubilación, cubriendo una parte de su salario y de las cotizaciones sociales hasta la fecha de su jubilación. Los sindicatos estiman que entre 2.500 y 3.000 empleados podrían acogerse a este plan para reducir la plantilla. Posiblemente, los restantes sean despedidos a partir de 2024 como resultado del fin de la red de cobre, por lo que sus puestos dejarán de existir en la nueva estructura de fibra que requiere menos mantenimiento y mayor automatización.
BT. La compañía británica antes conocida como British Telecom, anunció el despido de entre 40.000 y 55.000 trabajadores hasta 2030. De este modo, pretende pasar de los 130.000 empleados a 75.000 y 90.000 entre 2028 y 2030, lo que correspondería con una disminución de entre el 30 % y el 42 % del total de su plantilla.
Vodafone. Realizó una reestructuración integral que afectó incluso a su cúpula ejecutiva en España. La reducción se estima en 11.000 empleados, afectando principalmente a los empleados vinculados a la matriz de la empresa.