La incertidumbre provocada por la crisis del coronavirus ha afectado a las empresas de muy diferentes formas y a distintos niveles, entre los cuales se encuentra la dirección financiera. El departamento encargado habitualmente de elaborar presupuestos, asesorar a la dirección y, sobre todo, buscar financiación cuando se requiera, ha visto sus tareas también alteradas.
Los expertos coinciden al señalar que la función del departamento financiero ya estaba cambiando durante los últimos años previos a la pandemia. Pero es con la próxima crisis económica como la dirección financiera jugará un papel trascendental a la hora de ayudar a fortalecer a las empresas. Y para ello, los jefes financieros han encontrado un poderoso aliado en la tecnología: liberados de las funciones más básicas, sus departamentos ponen el foco en la planificación. Así pues, la llegada del Covid-19 y la consiguiente aceleración de los procesos de digitalización han causado un gran impacto en este área, ya que las compañías se han visto obligadas a trabajar en un horizonte temporal mucho más corto del que estaban acostumbradas, pasando los planes financieros, en algunos casos, de semestrales a mensuales.