El informe Flexibility at Work – Abrazando el cambio de Randstad, pronostica que el 52% de los empleos en España podrían automatizarse durante esta década, y que uno de cada siete trabajadores puede perder su trabajo actual debido a ello. Sin embargo, esta situación no necesariamente debería conllevar un aumento del desempleo, ya que conducirá a la aparición de nuevos tipos de trabajo: el trabajo fronterizo, que se refiere a los puestos en los nuevos campos tecnológicos; el trabajo de riqueza, generado gracias al aumento de la productividad; y el trabajo de última milla, que son los puestos que aún no pueden automatizarse.
Por otra parte, según el Foro Económico Mundial, ya en el próximo año surgirán 133 millones de trabajos nuevos, fruto de una nueva división del trabajo entre personas, ordenadores y algoritmos, y los profesionales necesitarán en 2030 nuevas competencias para realizarlos. Por ello, más allá de las habilidades tecnológicas, se estima que algunas de las competencias más demandadas serán habilidades blandas como el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional.