La distribución es un sector poco automatizado. La tecnología generalmente aporta poco y es cara. Por eso, se solían incorporar las innovaciones que se han realizado en otros sectores.
Sin embargo, la situación ha cambiado, y las soluciones tecnológicas se amortizan generalmente entre en dos y en cinco años. En concreto, las tres tecnologías que mejor pueden ayudar actualmente a las empresas de distribución y gran comercio son:
- Internet de las cosas: cajas inteligentes, visión por cámara, geolocalización…
- Big Data: Permite, por ejemplo, decidir qué supermercado puede suministrar el pedido y en qué vehículo se puede transportar en las condiciones más eficientes.
- Blockchain: Facilita la comunicación directa entre comprador y vendedor, eliminando la participación de terceras personas y creando relaciones peer-to-peer en cada transacción.